Rosario avanza hacia un transporte con taxis y apps integrados

En un hecho sin precedentes, titulares y peones del servicio de taxis en Rosario alcanzaron un acuerdo que marca un giro en la histórica disputa por el uso de plataformas de transporte como Uber y DiDi. En una reunión convocada por el Concejo Municipal, las partes consensuaron que no habrá sanciones para los conductores de taxis que también operen con aplicaciones aún no habilitadas oficialmente.
El encuentro, que tuvo lugar en el recinto legislativo local, contó con la presencia de concejales, representantes del sector taxista y la secretaria de Movilidad, Nerina Manganelli. Durante la jornada, la funcionaria reconoció que una porción significativa del sistema tradicional de taxis ya utiliza estas herramientas tecnológicas como complemento ante la baja demanda crónica que atraviesa el rubro.
Según datos a los que accedió Mirador Provincial, cerca del 25% de los choferes habilitados en Rosario estarían prestando servicios también a través de aplicaciones digitales.
Con el objetivo de destrabar el conflicto y avanzar hacia un esquema de transporte más moderno e inclusivo, se delinearon cinco ejes clave que guiarán el trabajo legislativo y técnico en el corto y mediano plazo:
- Registro único de conductores: Se desarrollará una base de datos que incluya tanto a taxistas tradicionales como a choferes de plataformas, para mejorar el control y la trazabilidad del sistema.
- Seguro obligatorio para todos los prestadores: Se exigirá cobertura que proteja a los pasajeros, independientemente del canal mediante el cual se haya solicitado el viaje.
- Revisión técnica unificada: Los vehículos de apps deberán cumplir con los mismos requisitos mecánicos y de seguridad que los taxis.
- Tributo específico para choferes de plataformas: Se analiza la creación de un impuesto local para equilibrar la carga fiscal entre el sistema tradicional y las nuevas modalidades.
- Modernización del taxi: Se impulsará el uso de geolocalización, aplicaciones propias y métodos de pago electrónicos dentro del servicio de taxis.
Desde el Ejecutivo dejaron en claro que el objetivo no es perseguir a quienes usan tecnología para trabajar, sino generar condiciones justas y claras para todos los actores. “No vamos a criminalizar el uso de plataformas, sino que queremos regularlo de manera inteligente”, afirmó Manganelli.
El sector taxista, por su parte, mostró posturas diversas. Mientras algunos expresaron preocupación por una posible competencia desleal, otros reconocieron que muchos de sus compañeros ya conducen para Uber o DiDi, y pidieron un marco de igualdad de condiciones para todos los trabajadores.
El debate continuará en las comisiones del Concejo, donde se preparan proyectos de ordenanza que establezcan un nuevo marco regulatorio unificado para el transporte de pasajeros.
Con esta mesa de diálogo, Rosario comienza a transitar un camino hacia un modelo de movilidad más integrado, donde las diferencias entre taxis y aplicaciones se diluyen frente a las demandas del presente: más opciones, mejores servicios y reglas claras para todos.