Shakira deslumbró en Vélez y dio inicio al cierre de su gira latinoamericana en Buenos Aires
Fuente: Pilar camacho
Shakira regresó a la Argentina y lo hizo con una noche cargada de emoción, despliegue escénico y un fuerte vínculo con el público local. La cantante eligió Buenos Aires para iniciar el cierre de su gira latinoamericana Las mujeres ya no lloran World Tour, con funciones programadas el 8, 9, 11, 14 y 15 de diciembre en el estadio José Amalfitani.
Horas antes del show, la artista había anticipado su llegada con una foto desde Puerto Madero y un mensaje en Instagram: “Este es un día especial”. Esa frase terminó convirtiéndose en una síntesis perfecta de una velada marcada por la nostalgia, la celebración y el empoderamiento, donde Shakira volvió a demostrar por qué la Argentina es una de sus plazas más fieles desde los comienzos de su carrera.
Un clima de fiesta desde temprano
Desde las 17, los alrededores de Vélez se llenaron de fans con looks icónicos que repasaban todas las etapas de la colombiana: caderines con moneditas al estilo Pies Descalzos, trenzas inspiradas en ¿Dónde están los ladrones? y pelucas violetas en homenaje a “Las de la intuición”. Entre ellos, familias completas, niñas pequeñas con carteles de cariño y grupos de amigas que viajaron desde distintos puntos del país para ver a su ídola.
Una entrada épica y un estadio rendido a sus pies
A las 21.25 las luces se apagaron y más de 50 mil personas estallaron al ver en pantalla a una Shakira renaciendo entre arena, metáfora de la etapa personal que dio origen a este disco. Minutos después, la artista apareció en el escenario con un traje blanco oversize, liderando “la caminata de la loba” junto a sus bailarines y figuras invitadas como Victoria Xipolitakis, Daniela Celis, Nacho Castañares, Lucila Villar y Kennys Palacios.
El show abrió con “La Fuerte”, su colaboración con Bizarrap, y desde ese momento la noche se convirtió en una celebración continua con cambios de vestuario, pirotecnia y una puesta visual que combinó animación, música en vivo y coreografías de alto impacto.
“Acá me siento como en casa”, dijo la artista al saludar. “Lo que yo tengo con Argentina es una historia de amor que no se acaba”.
Un recorrido por tres décadas de música
Durante dos horas, Shakira recorrió todas sus etapas: sus raíces rockeras, su estilo árabe, los grandes éxitos del pop latino y las canciones más recientes. Hubo reversiones especiales, como “Chantaje” con un ritmo salsero y “La pared” interpretada junto a la Orquesta Estable del Teatro Colón.
También se vivió un momento íntimo con “Acróstico”, donde aparecieron en pantalla sus hijos Milan y Sasha en fragmentos grabados especialmente para la gira. Minutos más tarde, llegó un homenaje emotivo a Gustavo Cerati, con quien compartió amistad y música. Gracias a la tecnología, su voz e imagen acompañaron el dueto desde las pantallas, lo que generó un largo aplauso del público.
Empoderamiento y mensaje final
Fiel al espíritu del tour, Shakira dedicó un tramo del recital a hablar de resiliencia, fortaleza y unión entre mujeres. Antes de interpretar “TQG”, expresó: “Nosotras cada vez que nos caemos, nos levantamos un poquito más fuertes”. Luego, presentó los “diez mandamientos de la loba”, un manifiesto de libertad y autoconfianza que fue ovacionado en todo el estadio.
Un cierre a pura energía
El final estuvo a la altura del resto del show: fuegos artificiales, lluvia de dólares y el estallido total con la canción que le da nombre a la gira, su colaboración con Bizarrap. “Te amo Argentina, te amo para siempre”, se despidió entre aplausos y gritos, consolidando otra noche inolvidable en un país que la recibe como en casa.