Crearon un plástico biodegradable que podría revolucionar la lucha contra la contaminación
Fuente: Meteored
Investigadores del centro RIKEN para la Ciencia de la Materia Emergente en Japón han presentado un innovador material que imita las propiedades del plástico convencional pero con una notable diferencia: se desintegra completamente al entrar en contacto con agua salada, sin dejar rastros de microplásticos. Los detalles de este desarrollo fueron publicados recientemente en la revista Science.
Una solución biodegradable y sostenible
El material está compuesto por hexametafosfato de sodio, un fosfato en forma de anillo, y compuestos de guanidinio, que juntos forman “puentes de sal”, enlaces químicos reversibles que se disuelven fácilmente en agua salada. Este diseño permite que el plástico se descomponga en sus componentes básicos, eliminando la formación de microplásticos, un problema ambiental crítico.
A pesar de su capacidad para degradarse, el material mantiene características esenciales de los plásticos tradicionales, como resistencia, durabilidad y transparencia, lo que lo convierte en un posible reemplazo en aplicaciones industriales y de consumo masivo.
Termoformable, reciclable y parte de una economía circular
Además de ser biodegradable, el material es termoformable, es decir, puede ser moldeado con calor, lo que facilita su reciclaje y reutilización sin pérdida de calidad. Incluso después de disolverse, los componentes básicos pueden recuperarse para fabricar nuevos productos, fomentando una economía circular en la que los desechos prácticamente desaparecen.
El líder del proyecto, Takuzo Aida, explicó: “Aunque se pensaba que los enlaces reversibles en los plásticos supramoleculares los harían débiles, nuestro material demuestra lo contrario. Es duradero y altamente versátil.”
Los investigadores ya han fabricado diversos objetos con este material, como películas delgadas, adhesivos resistentes al agua y piezas impresas en 3D, confirmando su funcionalidad para una amplia gama de usos.
Un avance frente a la crisis del plástico
La contaminación por plásticos y microplásticos es uno de los mayores retos ambientales. Según datos recientes, desde 1950 se han producido 9.200 millones de toneladas de plástico, de las cuales 7.000 millones han terminado como desechos. Cada año, millones de toneladas de plástico ingresan a los océanos, afectando ecosistemas marinos y terrestres, además de representar un riesgo para la salud humana.
Con la producción mundial de plásticos alcanzando niveles récord en 2022, este nuevo material japonés podría marcar un punto de inflexión, ofreciendo una alternativa sostenible para reducir el impacto ambiental y avanzar hacia una economía más responsable y circular.
Este desarrollo subraya la necesidad urgente de soluciones innovadoras para combatir la contaminación plástica, un desafío global que demanda acción inmediata y escalable.
