31 mayo, 2025

Abuelas de Plaza de Mayo encontraron al nieto número 131 

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Estela de Carloto precisó que se trata del hijo de Lucía Nadín y Aldo hugo Quevedo

Foto Raúl Ferrari TELAM

Fuente: Raul Ferrari - Telam

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la restitución de un nuevo nieto.

En términos de números, sería el nieto 131 que recupera su verdadera identidad después de haber sido apropiado durante la dictadura que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. 

“Como si el fin de año se hubiera empeñado en cumplir deseos, luego de casi tres años, volvemos a celebrar el hallazgo de un nuevo nieto”. Afirmó el organismo de derechos humanos en un comunicado.

“Esto hace que despidamos el año dándonos esperanza para encontrar a los nietos que faltan”. Exclamó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

La historia del nuevo nieto recuperado es complicada porque el caso está judicializado. Tiene 45 años y reside en la provincia de Buenos Aires. No se presentó de forma espontánea ante el Banco Nacional de Datos Genéticos sino que se sometió al análisis de ADN por orden judicial después de ser localizado tras una larga investigación.

Sus padres, Lucía Nadín y Aldo Quevedo, eran oriundos de la provincia de Mendoza, en el oeste del país. Ambos militaban en el Ejército Republicano del Pueblo (ERP) y después de la detención de un compañero, se trasladaron a Buenos Aires, pero entre septiembre y octubre de 1977 fueron secuestrados. Primero estuvieron en el centro clandestino de detención Club Atlético y después en El Banco.

Por testimonios de supervivientes, se sabe que Lucía no dio a luz en El Banco sino que fue trasladada para el parto a algún lugar fuera de allí entre marzo y abril de 1978.

La fiscalía sospecha que el nieto 131 nació en cautiverio en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor centro clandestino de la dictadura. En la partida de nacimiento falsificada figuraba que había nacido en el hospital público Penna, pero su nombre no constaba en el registro de partos del centro médico.

La familia Nadín no sabía que Lucía estaba embarazada, se enteraron en 2004 a raíz de una investigación documental de la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad, y dejaron su muestra de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos. En 2010 lograron encontrar al hermano de Aldo, que también facilitó una muestra de ADN.

La primera pista del nieto 131 llegó en 2015, cuando se identificó a un hombre que se sospechaba que podía ser hijo de personas desaparecidas. Al no poder contactarlo, se llevó el caso a la fiscalía especializada en apropiación de niños durante el terrorismo de Estado y se interpuso una denuncia.

La justicia finalmente lo localizó el pasado septiembre y fue invitado a someterse a un estudio genético. El resultado dio positivo: es el hijo de Lucía Nadín y Aldo Quevedo.

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